-Uff,
que día más soleado-dijo Sergio Y Nerea contestó: -Si Tokio es moderno, grande,
antiguo, ejem, en resumen. PRECIOSO. Los seis estaban de vacaciones en Tokio.
Mientras David, Maia y Diego iban a lanzarse desde la torre de Tokio en
paracaídas a más de ¡390 m de altura! Sin dudar era un salto de esos que te
ponen la piel de gallina. En el norte de Tokio, Nerea, Sergio y Silvia se iban
a lanzar a 50 m
desde un acantilado hacia un lago. Diego, Maia y David saltaron desde la torre
de Tokio a más de 390m de altura, se pusieron a gritar como locos, cuando
abrían la boca se les movían los
mofletes, al menos iban a 200
Km . /h. 150m antes de llegar al suelo. Cuando llegaron
estaban tan alegres que vamos, no podían ni hablar.
En el acantilado, los demás, osea Nerea,
Sergio y Silvia se tiraron desde el acantilado y tanto les gustó que se tiraron
una y otra vez.
Maia, David y Diego después de haber hecho
esa locura, se fueron a tomar Dorayakis y se fueron ha ver los estudios de
Doraemon. Se volvieron a juntar los amigos y decidieron volver ha hacer otra de
esas locuras. Se iban a tirar desde un precipicio con un traje de ardilla
voladora para planear. Se tiraron y empezaron a planear, moló mucho.
Nerea todavía seguía con un susto porque
perdió el equilibrio, pero volvió a cogerlo y siguió planeando. Cuando acabaron
se fueron a comprar móviles, ropa, recuerdos etc.… Cada uno se fue por un lado
y quedaron en el parque de Yokoshimi, en el puente del lago.
David iba paseando por la ciudad. Entonces
le empezó a llamar Ana (niña) y le contó que habían secuestrado a Ana
(profesora). Cuando se enteraron los demás decidieron adelantar el viaje para
volver a España. Cuando llegaron decidieron visitar a Ana (niña) para que eles
explicara la historia, vamos lo que había ocurrido.
Que se fue de ayudante de UNICEF a Argelia.
Supuestamente, le habían raptado los de Argelia. Todos quisimos ayudar. Dijimos
todos: - ¡Si! Y Ana (niña) respondió: -Bien, ¿os puedo acompañar por favor?
Y David contestó: -Vale, además nos servirás
de gran ayuda Y Ana le interrumpió diciendo: -Si, ya que tengo las coordenadas
donde secuestraron a Ana… Tomaron viaje hacia Argelia. Cuando llegaron cogieron
un coche blindado lleno de escoltas y se dirigieron hacia los montes de Aggar.
Cuando llegaron hubo una emboscada. Los
escoltas murieron por ello, los chicos se escondieron en una cueva. Mientras
Ana (profesora) estaba en una de las millones de cuevas del monte de Aggar.
Cuando se hizo de noche, Sergio, vio un conejo, Nerea fue, lo cogió y Ana
(niña) lo cocinó. Al día siguiente, encontraron un oasis y se fueron allí.
Una vez allí se dieron un chapuzón, bebieron
agua, comieron dátiles etc. Cogieron agua y dátiles para sobrevivir. El
encargado de llevarlo ese día fue David. Ese día fue agotador en el desierto
vivieron unos cuantos espejismos. En uno de ellos vieron a Ana (profesora)
entonces fue David a saludarle pero… ¡Era un espejismo!
Cuando
iba corriendo se callo a una arena movediza. Gracias a la ayuda de todos los
chicos (en especial a Sergio) pudo salir David. Ya era casi de noche y
decidieron acampar. Recordaron todos los recuerdos de Tokio. Nerea pensó: -Por
qué no nos quedamos en Tokio… Pero luego tuvo otro pensamiento: - Bueno por lo
menos podemos salvar a Ana .
Mientras,
Ana, en las cuevas estaba triste pero sabía o al menos confiaban que les iban a
rescatar. La encerraron en una habitación con cama, tele y baño y una vez al
día le daban comida. Recordaba cuando era pequeña, en su familia, en sus hijos
etc. Los chicos encontraron un oasis más grande que parecía un paraíso
volvieron a recargarse durmiendo, comieron, bebieron etc…
Cuando Diego se lanzo al oasis estaba dentro del agua, abrió los ojos y vio una
cueva. Llamo a los chicos la primera en meterse fue Maia entonces buceo y vio
que había una cueva con oxigeno. Les dijo a los demás que había una cueva y le
siguieron. Llegaron y Ana (niña) dijo:
Esta
es la cueva de Alcaeda Diego pregunto: -¿y como lo sabes? Entonces le dijo: -Por ese letrero. Entonces entraron,
al entrar vieron a alguien de espaldas, todos pensaron que era Ana. Diego se
abalanzo para ver a Ana pero Maia dijo: -Espera puede ser una trampa.
En
efecto Maia tenia razón , segundos después exploto aquella trampa. Cuando
entraron Sergio activo una trampa. De repente salio un gas somnífero. A Silvia
se le ocurrió coger los pañuelos de seda que compraron en Argel. Se lo pusieron
y se fueron a la siguiente sala cuando llegaron vieron a dos guardias de
seguridad con dos enormes metralletas.
-¡GUAU!-dijeron
todos a la vez Toda la noche estuvieron rompiéndose la cabeza planeando un plan
para salvar a Ana (profesora). A Nerea se le ocurrió una idea se trataba de
hacer ruido en una de las salas para distraer a uno de los guardias. Los chicos
se pusieron turbantes para hacerse pasar como sus hijos y las chicas se
hicieron pasar por las hijas de Bin Laden.
Y el guarda no se dio ni cuenta. Cuando
llegaron vieron el palacio del Sultán. En el que habrá mucha gente. Pasaron
desapercibidos. Llegaron a las mazmorras. Vieron a Ana, Maia cogió un palo y le
pego al guardia en los nacasones. Al que le dejo aturdido cogieron las llaves
salvaron a Ana, y le preguntaron como la habían secuestrado etc.
Mientras
hablaban escucharon unos pasos, eran los guardias de relevo. Justo antes de que
se hubiera bajado el guardia. Se metieron por un conducto de aire. Cuando el
guardia de relevo vio que su amigo estaba tirado en el suelo, aviso de que
alguien había entrado y que había dejado K.O a su amigo y encima se habían
llevado a la secuestrada.
Los
guardas se fueron por el conducto de aire y empezaron a disparar. Se oía un Pum
Pum , nuestros amigos, Ana (niña) y Ana (profesora)se empezaron a dar prisa.
Una bala pasó por encima de la cabeza de Silvia, que dijo:
¡Por
los pelos! Consiguieron salir de un tubo a una de las salas en las que había
avionetas suicidas. Cogieron una de esas avionetas, Diego se puso como piloto y
Sergio como copiloto y Ana dijo: - ¿Sabéis montar en este trasto?
Sergio le respondió: - No. Y Diego le siguió
explicando: - No, pero lo he visto en las películas Cuando despegaron, llegaron
los de alcaeda que empezaron a disparar. Nerea y Maia estaban muy asustadas,
nunca habían vivido un tiroteo. Cuando se dirigieron hacia Argel de la capital
de Argelia, se encontraron con una tormenta de arena.
Todos
se pusieron a gritar, bueno, todos menos Ana, que cuando le llevaron de un lado
a otro, en la avioneta (cuando estaba secuestrada), los de alcaeda subían hasta
los 2.000 m
de altura, donde no llegaba ni un grano
de arena.
Cuando
llegaron a Argel, fueron a la embajada española. Mientras, Silvia, hablaba con
el embajador y se escuchó una bomba. ¡Les habían seguido hasta aquí, osea hasta
Argel! El embajador sacó rápidamente ocho billetes para España, fueron hacia el aeropuerto por las alcantarillas.
Llegaron,
cogieron el avión y se fueron a casa donde fueron bienvenidos. Ahora solo les
quedaría disfrutar del resto de las vacaciones.
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